Enfermedad respiratoria felina que, aunque pueda afectar a cualquier edad, es más frecuente en gatitos jóvenes mayores de 6 semanas de edad. Los síntomas son similares a los que aparecen en la rinotraqueítis felina. Generalmente son rinitis y neumonía, ulceración de la punta de la nariz y cavidad oral (paladar duro, lengua y labios), que en ocasiones puede complicarse con afectación de las articulaciones (artritis aguda).
Aquellos animales en los que se sospeche la infección por calicivirus deben ser aislados del resto para evitar el contagio y diseminación de la enfermedad. Al igual que en el caso de la rinotraqueítis, la transmisión se realiza a través del contacto directo, por lo que una correcta vacunación es fundamental para evitar el contagio.