Enfermedad felina producida por un gammarretrovirus cuyo síntoma principal es la aparición de tumores.
Es una de las causas más frecuentes de mortalidad en gatos, siendo necesario el contacto estrecho entre los animales para que se produzca la infección. Generalmente se transmite a través de la saliva por mordeduras o acicalamiento, aunque el virus también se excreta por orina, leche y heces.
Aunque pueden infectarse gatos de cualquier edad, aquellos gatitos que se exponen antes de los 3,5 meses quedan infectados de forma persistente y son la principal fuente de infección para otros gatos.
Las gatas gestantes que estén infectadas transmitirán el virus a los gatitos, bien vía transplacentaria o a través de la leche.
El virus interfiere en la "producción" de células sanguíneas, produciendo inmunosupresión y anemias no regenerativas.
Se trata de una enfermedad que no tiene cura, de ahí la importancia de la vacunación como método preventivo.