También conocida como enteritis infecciosa felina o moquillo felino, se trata de una infección viral generalizada de gatos domésticos y salvajes, caracterizada por la presencia de síntomas digestivos agudos (vómitos y diarreas), depresión y, en muchos casos, la muerte.
Producida por el Parvovirus felino, afecta principalmente a gatitos recién destetados. Además de síntomas intestinales, este virus interfiere en la producción de las células sanguíneas (glóbulos rojos, blancos y plaquetas).
En el caso de las gatas gestantes, esta infección puede provocar desde el aborto hasta momificación de fetos y alteraciones en el desarrollo de los cachorros (ceguera, ataxia, incoordinación, etc.)
Por norma general, aquellos gatos que hayan sido correctamente vacunados, estarán protegidos frente a la infección por este virus, de ahí la importancia de seguir una correcta pauta de vacunación.